Después de todo, te dejé atrás.

Hola lectores.
Ésta entrada la quiero dedicar a una amiga que se encuentra sufriendo ese mal de amores que ataca con todo... El amor de juventud... El que se clava hondo... El que pasa, pero no se olvida.
Para usted "Cachorra". Que aunque ahorita la historia no le suene conocida, ya verá que un día la podrá entender, y la podrá vivir...




"Y después de tanto tiempo vuelves.
Vienes haciendo ruido, diciéndole a todos
que cuando tú quieras, me tendrás...

Te equivocas.
Ésta vez te estás equivocando...
Igual que te equivocaste cuando me dejaste ir.

¿Sabes cuántas noches te lloré? Claro que no.
¿Sabes cuánto tiempo te esperé? No, no lo sabes.
¿Tienes idea acaso de cuánto le hablé de ti a mis amigos? ¡Por supuesto que no!
No lo sabes. No tienes ni idea.
Porque mientras yo te amaba y daba todo por ti,
tú ibas por ahí, viviendo tu vida,
sin importarte ni un gramo mi cariño.

Fue muy duro darme cuenta, en especial,
porque me negaba a aceptar que tú sólo jugaste.
Me negaba a creer que fueras ese cuerpo hueco y sin corazón.
Dolió mucho que no me amaras.
Dolió más aceptarlo y dejar de engañarme.
Y fue tanto o más difícil obligarme a no creerte más
y a dejar de ilusionarme con tus mensajes y palabras falsas.

Pero ¿sabes qué? Que lo conseguí.
Mordiéndome los dedos para no escribirte ni un mensaje.
Arañándome los brazos intentando no llamarte por las noches.
Borrando todas tus fotos para tratar de alguna manera, de dejar de verte en todas partes.
Haciendo cosas nuevas donde no te pudiera encontrar.
Lo hice.
Lo logré.
Te dejé atrás.

Y hoy que vuelves,
diciendo que me extrañas y mintiendo como antes,
sólo puedo decirte adiós.
Ya no te creo.
Ya no te quiero.
No te deseo nada. Ni siquiera cosas malas.

Sólo quisiera pedirte,
si es que no es demasiado,
que no me menciones más con la gente.

Quiero dejar de existir para mí,
como tú lo hiciste para mí..."






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