Entradas

Mostrando entradas de 2017

LA PENITENCIA

Es bien simple, mira: Y o siempre voy a regresar a ti, porque no importa qué tan enamorada me sienta de otra persona, y que tan bueno y maravilloso sea él, o lo bien que me trate y lo felíz que me haga, al final sé que tú siempre, siempre vas a tener esa parte de mí que te entregué y sin la cuál no puedo sentirme completa. Y tú, sin importar cuánto tiempo me haya ido, si yo estuve con otro y tú con alguien más también, si no hablamos en meses y no sabes siquiera si aún vivo en la ciudad, de todas maneras siempre, siempre vas a estar esperándome en silencio. No importa el tiempo, sabes que así es. No podemos simplemente renunciar. No podemos simplemente terminar. Vivimos dentro del otro. En silencio. En un rincón oscuro y húmedo talvez. Como moho en el alma... Esa, habibi, será nuestra penitencia por no haber sido lo suficientemente valientes para aceptar que uno no existe sin el otro. Buscarnos y perdernos va a ser nuestro castigo, por haber sido tan cobardes...

ME QUIERO ENAMORAR DE UN CACTUS...

Me quiero enamorar de un cactus... De esos que florecen en plena sequía. De esos, que te dan de beber cuando estás a punto de rendirte, y te devuelven un poco la vida. Me quiero enamorar de un cactus, porque no se verán alegres como una rosa o una jacaranda, pero están más vivos que cualquiera, y no se rinden, ni se marchitan con el primer golpe de la adversidad...  Resisten. Soportan.  Y si eres paciente y sabes quererlos, cuando menos lo esperas, te regalan toda su belleza con una flor,   y, a veces, con un "te quiero"...

LO AMAS ASÍ...

"Y lo amas así: alegre, distraído, con miedos ocultos en sus silencios, con ojeras de vez en cuando, con su adicción al cigarro y su gusto por esa música que tú ni conoces. Lo amas así: con ese toque de inmadurez a sus casi treinta. Con sus perversiones, con su gusto por las películas viejas y su aversión a los insectos. Lo amas. Así. Casi sin darte cuenta. Lo amas porque es distinto. Porque te besa y sabes que tu boca es suya.  Porque has intentado con otras bocas, y te senti ste como una extranjera que sólo quiere volver al país de su casa. A la ciudad de sus manos.  A donde su saliva ha poblado todo de un color que sólo él conoce... Y lo amas así: completo. A ojos cerrados. Sin explicaciones. Lo amas así: sin cadenas. Sin visas ni pasaportes. Sin contratos ni títulos.  Porque sabes que ponerle un nombre sería como limitar todo lo que son cuando están juntos...  Y porque no son nada. Lo amas. Así. Simple.   Libre...

HABIBI

No sabes si es amor o pura pinche adicción, pero en realidad a estas alturas ya te vale madres, porque, finalmente, sea lo que sea, ya estás hundida hasta el cuello. Y tampoco estás muy segura de querer salir de ese infierno... El demonio que te tortura se parece cada día más a lo que siempre necesitaste.

ASÍ ME ENSEÑARON A AMAR.

Me parece injusto que me digas que así sabes amar tú. Que así te enseñaron... Porque, ¿sabes? Antes de estar contigo, yo también aprendí a amar de cierto modo con alguien más. Y así funcionó el tiempo que debía funcionar, hasta que ya no lo hizo más. Pero contigo es diferente, porque eres una persona diferente y no voy a amarte como amé antes.Voy a amarte como tú debes ser amado, no como aprendí a amar con otro. Voy a amarte como la primera vez, porque es la primera vez que me enamoro de ti. Voy a amarte como si nunca antes hubiera amado, porque los sentimientos que despiertas en mí, son completamente nuevos. Porque contigo quiero aprender a amar. A amarte. Y me parece injusto que quieras amarme como te enseñaron otras personas a amar, en lugar de reinventar el amor para nosotros. Mírame. No soy ninguna de las personas a quienes amaste. Soy yo. Soy distinta, y estoy dispuesta a amarte por primera vez, como espero ser amada por primera vez. No quiero vivir bajo la sombra ...

CUANDO AL FIN TE ESTÉ OLVIDANDO.

Hoy es otro de esos días en que de pronto se me olvida que te has ido.  Y pienso en llamarte, pero busco tu número y no lo encuentro. Entonces recuerdo que lo borré, lo borré el mismo día que eliminé todos nuestros mensajes, tus fotos, y el registro de aquellas llamadas interminables donde podíamos pasar el tiempo callados, sólo escuchando la respiración del otro y eso nos parecía tan perfecto. Más tarde pasé por una tienda de lencería divina, entré y vi unos atuendos que seguro te hubiesen encantado. Ya iba a elegir uno cuando me cayó el veinte de que no tengo para quién lucirlos. Así que me ahorré ese dinero y me fui a comprar una pizza. Hace un momento estaba planeando salir del trabajo, tomar un taxi, pasar por unas cervezas e ir a verte... Como que mi cerebro está tardando en asimilar que ya no estás. Que ya no estoy. Que ya no somos ni seremos otra vez... Yo supongo que será normal. Supongo que será la costumbre. Supongo que ya pasará. Supongo que volveré a vivir...

Un segundo del destino.

Era un muchacho de esos que no volverás a ver. Llegamos al mismo sitio y respiramos casi del mismo aire. Cruzamos miradas por una fracción de segundo. Pero fingimos que no. Estaba ahí, con su libro de no se que madres. Solamente dos minutos y yo ya soñé una vida juntos. Yo, leyéndole poemas, él, dibujándome paisajes con su sonrisa... No conozco su sonrisa. No conozco su nombre, y esas gafas no me dejaron ni ver sus ojos. Apuesto a que son color miel. Apuesto a que cuando miran estando a solas, erizarían cada milímetro de mi piel desnuda. Estaba en una parada de autobús. No se si lo volveré a ver. Seguramente no. Tal vez sólo vino de visita. Es de mañana. Tal vez visitaba alguna chica y llegó la hora de irse. O tal vez hemos estado viviendo a unos metros por años y nunca me había dado cuenta... Es un muchacho de los que no vuelves a encontrar. Es una de esas almas que te miran y te hacen sentir que tu hilo rojo se hizo nudo en alguna parte y se...