RECUERDOS DE UN FANTASMA

Su recuerdo es la prueba más grande de lo necia que puedo ser… Usted es la mayor muestra de mi terquedad y mi locura. La vida, el destino, el universo, o Dios, si así lo quiere usted llamar, ponía frente a mí el camino correcto. La carretera que me llevaría a la estabilidad y a lo que comúnmente se conoce como felicidad. Al mismo tiempo, y por culpa o gracia de no sé quién, aparecía usted, como un pequeño sendero hacia algo desconocido… No sé por qué carajo fui a adentrarme en esa vereda, si desde afuera podía verse que era algo peligroso… Tal vez eso es precisamente lo que me llevó a seguirlo. La cosa es que ahora me encuentro aquí. Sin saber en qué punto de la vida me perdí, y sin forma (ni ganas) de regresar para poder tomar el camino correcto… Que increíble parece voltear hacia atrás desde aquí… Que un imprevisto en el camino te haga tomar una ruta completamente diferente y acabes en el lugar menos esperado… Usted fué mi imprevisto… el desvío del cam...

Estoy intentando recuperar parte de quien era antes. Antes de ti. Antes de entregar mi alma. Cuando el cuerpo era sólo un objeto vacío. Hoy intento ser un poco menos que eso. Volver a vaciarme y dejar de sentir. Estoy intentando volver a ser eso. Volver a ser ese frasco hueco que era antes de que tu presencia comenzara a llenarme con suspiros y sonrisas idiotas y sin sentido. Hago memoria. Porque ahora tengo recuerdos. Pero aunque repaso cada caricia, y cada beso. Aunque repaso cada canción, cada trago de whisky y cada cigarrillo, no he logrado descifrar en qué punto te convertiste en un problema. Sólo sé que todo iba bien. Era divertido. Era delicioso. Hasta que un día ya no lo fue. Hasta que un día sentí que no tenía libertad. Me robaste la libertad, en algún punto entre el día en que pusiste las cartas sobre la mesa, y el día que decidiste retirarte del juego. Por eso intento volver a mi soledad y a mi vacío. Aunque a muchos les...

Quise decirle lo que era. Quise hablarle de todo lo que me hizo sentir desde el primer día. Quería que supiera que era exactamente lo contrario a todo lo que siempre quise. Quería explicarle lo increíblemente loca que me volvía. Quería… No… Necesitaba profundamente que él supiera que nunca quise, y ni siquiera pasó por mi mente estar con alguien como él. Pero que haberlo encontrado era la cosa más extraordinaria que me había ocurrido. Quise que supiera, y que lo llevara claro, que me enamoré de él, como la protagonista de la película, esa tonta que juró nunca más enamorarse. Y quise, con todas mis ganas, que se quedara conmigo si él lo quería. Quise que supiera que conmigo siempre sería libre. Quise ser dueña de cada uno de sus besos y hasta del último aliento que él quisiera regalarme. Realmente no sé cómo nunca se lo dije… Se bien que se lo hice saber. Con mi actitud cursi y posesiva respecto a su piel y sus besos. Creo que aunque siempre quise d...

Sólo quiero a alguien que sea lo suficientemente libre  como para no querer atarme o mantener enjaulada mi alma. Porque un espíritu libre sólo se quedaría  donde no le impiden que se vaya. Y sólo un espíritu libre entiende que nadie nos pertenece, y que sin importar lo que hagamos, los sentimientos no se pueden retener. .. 17/09/2016

      El hecho es que le fallé. Si. Lo hice. Lo hice desde el principio, y más de una vez lo hice intencionalmente... Llámame cruel.     Llámame sínica.        Llámame estúpida... Pero quiero dejar en claro que siempre lo hice por él. Yo sé que me enamoré de él desde el primer día. Sabía que pondría mi mundo totalmente de cabeza y la verdad eso me hacía felíz. Pero también sabía que corría el riesgo de yo hacer lo mismo en su vida, y eso yo no lo podía permitir. Él es tan maravilloso, tan imperfecto, tan transparente y honesto, en cambio yo... yo soy tan... yo... Y él merece algo mejor. Que si le van a desordenar la vida, sea alguien que al menos le deje un desorden bonito... No como yo... la loca de la poesía aburrida... Por eso cuando me preguntan por qué no le digo que lo quiero me callo y volteo la mirada... Es que no tengo derecho a volverle a fallar... ...

Te dicen que nunca te rindas y que luches por lo que quieres, hasta el final… Pero cuando “lo que quieres” es a él… y él no siente lo mismo por ti, y no quiere estar contigo… ¿Cómo puedes saber cuándo es el final? Es decir… ¿Qué caso tiene luchar? Cuando no hay ni una esperanza… Cuando ya entregaste cada pedazo de tu corazón y sólo te quedan ruinas, y aún así él no parece más interesado que al principio… ¿Cuándo llega el final de esa situación? ¿Realmente tienes que seguir picando la piedra sin rendirte? ¿Para qué? Te dicen que luches por hacer realidad tus sueños… ¿Qué pasa cuando tu único sueño prefiere no estar contigo? ¿No es mejor aceptar que hay cosas que no dependen de uno? Y dejar de insistir en alguien que no puede ni quiere sentir lo mismo por ti… ¿Cómo puedes saber que ya lo hiciste todo? ¿En qué punto decides que ya no hay más camino? Que se acabó… Nadie te dice cómo reconocer ese punto… Nadie te dice cómo sabrás que ya luchast...

Cuando duermes a mi lado algunas noches, me iluminas. Y tu luz es tan radiante que encandilas y me das insomnio... Me gusta observarte, al alba, antes de que despiertes; y ver como tu luz se mezcla con la del sol, cuando tú iluminas mis adentros y el sol ilumina la paz en tu cara... Otras noches,  las que no paso contigo, se vuelven espantosamente oscuras. Y sufro de insomnio también. El frío no me deja dormir. Sólo recordar el calor de tu piel me consuela, y me animo a dormir solo para soñar contigo... Cuando la distancia es grande, los amores se definen. La distancia es buena para el alma.

Tienes razón. Tengo un genio de la chingada. Y que soy una enojona todo el rato. Pero en algo eres injusto... Cuando dices que nada me parece... Tú me pareces. Me pareces muy bien. Me pareces tan bien como esas cosas que te dicen que no deberías hacer, pero las haces. Así de bien me pareces. Tú. Tú sí me pareces. Me pareces buena idea. Me pareces un descanso de la vida rutinal. Me pareces un profundo respiro. Me pareces, a veces, hasta algo atemorizante. Así que sí. Que quiero dejarlo bien claro. Claro que tienes razón porque es muy difícil que se me de gusto, y por todo hago bronca. Por todo menos por ti. Porque si de ti se trata, todo me parece lindo, y adorable, y hasta demasiado cursi a veces. Porque si de ti se trata, me empiezan a seguir las abejas y hasta causo diabetes sólo con hablar de ti. Porque cuando nada me parece, apareces tú. Y de ti todo me parece. Hasta la forma que tienes para ignorar mi cursilería y simplemente besarme como si el ...

Rompimos. A pesar de que no éramos nada. Terminamos. Ni siquiera llevo la cuenta de los días porque me parece como si estuviera viendo la vida de alguien más. No me siento como yo misma, ¿sabes? Ni siquiera me he atrevido a llorar. Es como si solamente estuviera soñando. No se siente como si fuera real. Es como si fuera a despertar a media noche con un mensaje tuyo o algo así... Así me gustaría. He bebido. He bailado. He reído. Es tan deprimente cuando eres alguien como yo, porque las personas como yo no tenemos permitido sentir. Mucho menos sufrir o llorar. Eso le pasa a los demás. No a mí. Y no te he podido llorar. A pesar de saber que no voy a volver a verte. Me levanto de la cama, camino, trabajo, hablo y vivo por mera costumbre. Los días se pasan sin darme cuenta. No siento esa emoción de esperar mi fin de semana. Porque no estarás en él. Me da igual si es lunes o si es domingo. No estas y no estarás más. Y sin ti, yo ya no sie...

Eres mis recuerdos, mi presente y mis sueños. Eres mis cálculos para sobrevivir, y mi poesía. Eres el humo de mi último cigarro y mi primer suspiro en la mañana. Eres el sol bañando mi cuerpo y la luna que sube la marea en el mar de mi cama. Eres mi llanto y el sonido de mi risa. Eres agua. Desierto. Frío. Fuego. Eres mi elemento. Mi lugar. Mi casa para rentar. Y aunque tenga que irme un día... Desocupar... Eres mis cimientos para un día poder decir: "Hubo un hombre donde fui felíz..."

Me siento rota. Pero eso a nadie le importa. Nadie se fija realmente en los sentimientos de un fantasma viejo y cansado. A nadie le impresiona una historia llena de fracasos. A nadie le importa una alma rota. Un fantasma lleno de costuras... mal zurcido... Siento el abandono respirando tras mi oído. Lo siento abrazarme. A nadie le interesa lo que ocurre con el humo. Yo soy humo. Y los que somos humo no tenemos un lugar. Por eso simplemente flotamos hasta desvanecernos. Y nadie se preocupa de ello. Soy un fantasma, encerrado en un cuerpo que se la pasa de fiesta. Pero aquí, adentro, la verdad todo está tan vacío... tan oscuro y lleno de polvo... hay un silencio ensordecedor. No se puede morir en paz... No he podido encontrar mi lugar. Estoy sola. Sola en medio de tanto frío. Rota y a nadie le importa. Sin poder morir y no hay quién me ayude... a vivir... o a morir... Y cada día qu...

No se si debería, pero aquí estoy otra vez. Pensándote. No ha salido el sol, y llueve. Estoy sentada preguntándome ¿cuál es mi lugar en el mundo? Me gustaría que la respuesta fueras tú. Pero se que eso no es posible. Ojalá pudiera creer que estás conmigo. Pero ya se que no es así. Ojalá pudieras ser más que un escondite. Ojalá pudiera llamarte "mi hogar"... Pero aunque me duela, nunca he podido engañar a la realidad. Hay días -demasiados, de hecho- que me pregunto qué estarás pensando, pero no tengo el valor de preguntarte a ti, porque la respuesta me da miedo. Se que no tengo derecho a soñar contigo, pero lo hago de todas formas. Y me pesa realmente, porque dueles tanto. Pero te quiero. Te quiero en mi vida para respirar, aunque seas un aire tóxico que me ahoga. Te quiero para reír, aunque sean risas con lágrimas. Te quiero para hacerte el amor aunque creas que sólo follamos. Te quiero para mí,...

Anoche reí mucho. Bailé. Comí. Por supuesto, bebí. Corrí por la calle. Me caí y rompí mi pantalón de las rodillas como cuando era niña. Volví a reír. Y me acordé de ti… Ayer reí mucho en verdad. Mis amigos siempre hacen que todo sea menos duro, aún cuando no lo saben… Estar con ellos y escuchar sus tonterías, en medio de cervezas y baile… todo se aligera. Pero hay un momento en el que todo pasa. Siempre. Todo pasa. Cuando veo mi rodilla raspada. Mi pantalón roto. Mi día fastidiado por una ligera resaca. Pienso en ti. Cuando se termina mi cerveza, pienso en ti. Cuando Alex me abraza y dice que me quiere mucho aunque esté loca y sea una ridícula, pienso en ti. Cuando bailo con Alvaro la quebradita y a ti no te gusta la banda… otra vez estoy pensando en ti. Cuando dicen cualquier bobería y pienso en lo divertido o lo estúpido que eso te parecería… Cuando hablo. Cuando miro. Cuando bebo. Cuando como. Cuando estoy en silencio. ...

Hola lectores. Ésta entrada la quiero dedicar a una amiga que se encuentra sufriendo ese mal de amores que ataca con todo... El amor de juventud... El que se clava hondo... El que pasa, pero no se olvida. Para usted "Cachorra". Que aunque ahorita la historia no le suene conocida, ya verá que un día la podrá entender, y la podrá vivir... "Y después de tanto tiempo vuelves. Vienes haciendo ruido, diciéndole a todos que cuando tú quieras, me tendrás... Te equivocas. Ésta vez te estás equivocando... Igual que te equivocaste cuando me dejaste ir. ¿Sabes cuántas noches te lloré? Claro que no. ¿Sabes cuánto tiempo te esperé? No, no lo sabes. ¿Tienes idea acaso de cuánto le hablé de ti a mis amigos? ¡Por supuesto que no! No lo sabes. No tienes ni idea. Porque mientras yo te amaba y daba todo por ti, tú ibas por ahí, viviendo tu vida, sin importarte ni un gramo mi cariño. Fue muy duro darme cuenta, en especial, porque me negaba a aceptar que tú sólo jugas...

  Nunca fue un hombre de ensueño… era exactamente lo contrario a un príncipe azúl. Él era oscuro, frío, y de piel de fuego… él era nada dulce, nada tierno, nada heróico… Él era todo lo contrario a lo que cualquiera querría en su vida…            Por suerte yo ya no me sentía viva… y su magia negra se fusionó con mi fantasma herido…           me curó… y me encerró en una jaula, en el fondo de su húmedo corazón…                     de donde no tengo intenciones de salir…                                                                         nunca …

05/07/2016 Cada cicatriz en el alma, te recuerda una herida en batalla. Cada herida en batalla te enseña a ser más ágil para esquivar el golpe la próxima vez… Y así, en cada batalla eres más sagaz. En cada movimiento, más precavido. Las heridas son menos frecuentes. El dolor se va olvidando… Hasta que llega alguien aún más hábil que tú, y consigue herirte… de muerte…

Estoy harta. ¡Ya basta! De verdad… ¿no crees que fue suficiente? Estoy empezando a creer que me volví completamente loca. Cada día se vuelve más insoportable para mí, y no quiero buscarte. Pero por todos mis demonios, ¡me tienes tan mal! No exageraba cuando dije que te volviste un vicio para mí. Realmente me siento como una adicta. Tengo esa sensación de necesitarte cada día que pasa, y es tan odiosa la sensación. Me siento tan malditamente débil ante tu existencia. Tan patética… La ansiedad, los nervios de punta, mis cambios repentinos y completamente bruscos de humor, mi estado mayormente depresivo, la necesidad de fumar más de lo habitual para tratar de aliviar todos esos síntomas, que sólo se calman mientras dura el cigarro… ¡Estoy tan dañada! ¡Diablos! Soy una completa estúpida… He estado a punto, muchas veces, de aceptar tirar los últimos gramos de dignidad para poder decirte todo esto. Necesito que lo sepas. Necesito desahogarme. Pero no sirve de...

Ahora que me mantengo alejada, y que te veo más. Ahora que todo está volviendo a la normalidad, que nada es amor, que todo por fin vuelve a ser lo que era... Ahora que tengo paz... Veo tan claramente todo. Y empiezo a ser quien era, pero más. Se acabó la inspiración. El frío al corazón ha regresado... Fuego en el cuerpo, hielo en la boca, pero olvidaba que el hielo también quema... Ahora que entendí que no puedo jugar a quererte y que empecé a caminar hacia atrás para seguir adelante, ahora que todo va bien y las cosas están en su sitio... Ahora que tengo paz... Ahora quisiera mi guerra interna, esa que me hacía sentir viva. Ahora quisiera esa pelea entre mi deseo y el odio que creí tenerte...

Y entonces, después de tantos fantasmas, tantas noches desperdiciadas vagando entre la tibieza de camas sin futuro, apareció. Y aprendí a hacer el amor. Me enseñó a besar despacio, y a besar fuerte. A hacer el amor en una sonrisa... hacer el amor con una mirada... hacer el amor en el café de la mañana, y en las canciones antes de dormir. Y aprendí mucho más. Que sí, que se puede hacer el amor en la cama, y en el sillón, y en el piso... Pero también se hace en un "buenos días" y en un "ve con cuidado"... Y aprendí con él, que después de aprender a hacer el amor, el sexo se vuelve algo aparatosamente desastroso y deprimente cuando no lo haces con él... con el fantasma con el que aprendiste a hacer el amor... En especial cuando ha sido un amor así de fuerte, así de libre, así de adictivo, y así de malditamente único como fue con él...

Y... si te vas... Si te dejo ir... ¿A quién le voy a escribir entonces? y ¿quién me dará la inspiración para estas estupideces? Pasé mucho tiempo seca. Sin sentir. Cuando llegaste, trajiste una ola de ideas, sensaciones y emociones que tenía que escribir. Pero si te vas... si te olvido... ¿Qué será entonces de ésto? ¿Qué será entonces de mi? No me siento preparada para volver a la frialdad... No creo estar lista para vaciarme de nuevo. Prefiero entregártelo todo, que volver a quedarme sin nada. No se trata de no poder vivir sin ti... De verdad... Se trata de no querer dejar de sentir... Se trata de no querer morir por dentro de nuevo... como lo estaba antes de ti... Y... si te vas... Si te dejo ir... Tendría que volver a ser un simple fantasma con cuerpo...

Eres ese lugar al cuál huir cuando mi mundo es un desastre, y el peso de la vida se me vuelve insoportable... Eres mi escondite... mi refugio... El beso que ahuyenta mis fantasmas... La caricia que calma mis miedos... Eres ese recuerdo que me rescata de un día gris... Eres, si me lo preguntas, un claro en el bosque de mis temores... el rayo de luna que ilumina  el lado oscuro de mi alma...

Leía el blog de Indyra, y no pude evitar robar éste poema, que es como si ella me hubiese visto por dentro... Te extraño -como cada vez que paso muchos días sin verte- y me invaden las ganas de hablarte, de preguntarte cómo has estado. Ganas de saber si me has echado un poco de menos. Ganas, muchas ganas de ti. Pero, ¿Qué sabrás tú de eso? Tú, que no sientes como yo. Yo, que me muero un poco cuando te vas, cuando nos despedimos. Yo, que te escribo cada vez que me haces falta. Indyra Oropeza.

Ningún beso es igual a otro… No es lo mismo el beso de bienvenida que el beso del adiós… Hay besos con sabor a futuro, y besos con sabor a culpa… Besos dulces de la primera ilusión, besos apasionados de vivir el presente… besos amargos, de saber la verdad… Besos… tantos besos… besos que se dan o se reciben… besos de amor, besos de engaño… besos que saben a necesidad y besos que ya no saben a nada… Besos que se olvidan, o que se recuerdan para siempre… Besos que se tatúan en la piel aunque no los vea la gente… Besos extraños, que no sabes si pasaron… besos de alcohol… besos que duelen… besos que alimentan y te hacen sentir grande… besos que destruyen… Ningún beso, por más que se ensaye, llegará a ser igual a otro… En especial tus besos… mis favoritos… besos de muerte… besos de oxígeno… besos de fuego… besos de paz… Besos tuyos, que son sólo míos… Besos que arrastran y que condenan… besos que me devuelven el aliento cuando ya no existo… besos que me ...

Y entonces volví a caer... Siento la debilidad en mis piernas cada vez que te veo, y la debilidad en mi alma de sólo pensar en ti... He querido correr lejos, pero parece que mis pies sólo quieren ir hacia ti, y mis manos, y mi boca, y mi corazón, y mis pensamientos, y mi estómago... Siento ese miedo extraño a sentir, así que necesito entonces alejarme... Pero me llega ese terror extraño a que no sientas, y sólo puedo quedarme a intentarlo...

Si, bueno... Resulta que no había cambiado tanto como pensé... No soy tan lista como me creía... Y sigo siendo la misma tonta que se aferra aún cuando sé que se acabó... Y no es porque no quiera estar sola, es porque, simple y complicadamente, no quiero estar sin ti... Sé que tu no sientes lo mismo... Sé que no sientes nada... Pero es tan difícil para mí aceptar que debo dejar ir la mejor parte de mí... Los momentos juntos... Y todo lo que reviviste aquí adentro... Poco a poco me iré acostumbrando a tu ausencia, pero mientras tanto, ¿qué debo hacer sin ti? Me gustaría sacarte de mi cabeza... Te extraño tanto... No quiero aceptar que ha terminado y que no volverás a abrazarme... Es dolorosa la idea... Me haces tanta, tanta falta... ↓ Clic al enlace   ↓ En mi cabeza - Marwan

Puedo ignorar mis ganas de verte… Puedo apaciguar mis deseos de tocarte… Puedo incluso obligarme a pensar en otra cosa cuando vienes a mi mente… Pero la chica del espejo  se niega a creerme  cuando le digo que no me haces falta...

Era un amor de esos que gritan: - ¡¡¡NO TE ENAMORES!!! Con la perfecta combinación entre cruda sinceridad, y besos dulces...

¿Sabías que eres un perfecto idiota? Yo sintiéndome por ti como una adolescente y tu sólo te ríes, e ignoras mi locura... Sabes lo que me cuesta aceptar que estoy haciendo todas estas cosas otra vez... Estoy escribiendo poesía de nuevo, ¡y todo es tu culpa!  Aunque talvez no tienes ni idea. O te haces el tonto. Como sea, eres un idiota. Un perfecto idiota... Y yo, la perfecta estúpida enamorada de ti. No puedo evitarlo... Esta cosa de pensar en ti todos los días, y querer hablarte, y los deseos de verte aunque sea cinco minutos, de vez en cuando... Tu sigues en tu mundo, viviendo como siempre, y yo convertida en un fantasma viejo sin sentido y sin razón, vagando por la ciudad sin ganas de salir, bebiendo sin sed, para ver si se termina de ahogar mi dignidad y tengo el valor de decir que te quiero tanto... Eres un perfecto idiota... Tan perfecto, que conseguiste hacerme sentir otra vez, cuando hace años ...